Ni las mujeres somos Barbies, ni los hombres son Superman, en realidad, lo masculino y lo femenino no son estereotipos extremos, sino que son construcciones, tanto físicas como sociales, llenas de grises.
Ni las mujeres somos Barbies, ni los hombres son Superman, en realidad, lo masculino y lo femenino no son estereotipos extremos, sino que son construcciones, tanto físicas como sociales, llenas de grises.