Quien más y quien menos tiene sus vicios inconfesables. Esas cosas sencillas que nos dan mucho placer, pero que por alguna razón nos da vergüenza comentar o admitir en público. Uno de esos vicios son los bastoncillos de algodón para limpiarse las orejas. Sí, tal cual, limpiarse la cera de los oídos provoca más de un gemido de placer, e incluso, si navegamos por la red, en esos foros donde el anonimato nos permite contar aquello que no diríamos nunca cara a cara, hay quien dice que limpiarse los oídos le estimula lo suficiente como para empezar a masturbarse.
Puede que estés pensando que es lo más raro que has oído, o puede que ahora mismo te estés sintiendo muy identificado. ¿De verdad es tan descabellado? No tanto, como explica la sexóloga Raquel Gargallo : “Es cierto que muchas personas afirman sentir gusto, placer o buenas sensaciones al utilizar un bastoncillo de algodón y acariciar su oído, y no es tan extraño. La mayoría de nuestra capa externa del cuerpo es piel altamente sensible”.
Concretamente, en el caso del oído, la experta insiste en que además hay una vinculación especial al ser uno de nuestros cinco sentidos, lo que lo hace una zona especialmente erógena. Así, el placer relacionado con esta zona de nuestro cuerpo puede tener que ver con “la piel que lo recubre, que es menos gruesa y más sensible, así como las terminaciones nerviosas en el lóbulo, el bienestar que provocan los susurros a través del aire que entra en el orificio”, o en este caso con el suave roce de un algodón e incluso el sonido que se produce al hacerlo en una zona tan interna.
Sigue leyendo en El Sextante: http://consejos-sexo.atresmedia.com/sabias-que-hay-gente-que-se-excita-con-los-bastoncillos-de-las-orejas/